Ya los treinta vienen rondando la vuelta de la esquina y cada vez se escuchan más altos los comentarios y las preguntas concernientes a la maternidad, la más común de todas: ¿pa’ cuando?
Otras preguntas y comentarios:
- ¿Cuándo vas a agrandar la familia?
- Dale un muchachito a ese hombre.
- ¡Pero ya está bueno de practicar!
- ¿Quién te cuidará cuando estes vieja?
- Un hijo es lo mejor que hay.
- Etc.
Realmente no voy a negar que hay un reloj biológico, se
quiera aceptar o no, esa carga inicial en el cuerpo de la mujer cada mes que
pasa se ve reducida y muchas veces ni se está claro de cuanto le queda, lo que sí
sabemos es que luego de 30 la cosa se pone fea. Pensándolo bien, nadie nunca me
ha preguntado qué quiero realmente, solo me dicen: “aprovecha que estas joven y
tienes energía porque no es fácil criar un muchacho…”, pero ¿cuándo yo dije que
quería uno? Y es que las veces que pienso en ello he pasado de un “no quiero” a
un “yo quiero, pero quiero mejor se papá”. Sí, quiero ser padre. Los roles de
un padre me gustan más.
No es un secreto para nadie que ya eso de la mujer criar los
hijos en casa no se usa, quizás queden dos o tres pero la gran mayoría esta
tirada en la calle en las oficinas, en las zonas francas, en las industrias, ¡en
la búsqueda del moro en general!, y luego de todo eso con igual o más
compromiso en la casa que antes. Inmediatamente una mujer decide ser madre
muchas cosas cambian y cambian tanto que desde el día 1 ya inician los cambios
en su cuerpo, por decir algo, pero ya más adelante debe paralizar sus
actividades del día a día por tres meses por una licencia de maternidad, el papá
no; solo le corresponden dos días.
Entonces, eso es lo que quiero, quiero seguir en una vida
“normal” donde solo me preocupo por llevar dinero a la casa para cuando se
termine la leche y de vez en cuando agarro el bebé para que su madre se bañe o
termine de preparar la cena, luego salgo con los panas a la esquina y me tomo
par de frías porque la jornada de trabajo no fue fácil. Como quiero ser un
padre ejemplar, quizás dedique par de horas a la semana a ver qué tal va con la
tarea y dependiendo, quizás un día, lo lleve al pediatra… si su madre no puede,
claro está, porque lo normal es que sea ella quien vaya; son más cosas de
mujeres.
Tuve la dicha de tener un padre excepcional, que estuvo
conmigo en cada momento, me llevaba al médico, se desvelaba con mi asma, me
llevaba y recogía día tras día a la escuela y no descansó hasta que me ayudó a
convertirme en lo que soy hoy y sé que como él hay muchos mas por ahí, pero no
son la mayoría, ni siquiera el 50%.
En fin, entiendo que un hijo es una gran responsabilidad, no
es solo parirlo y dejar que otro lo atienda, y por lo menos ahora no es mi
momento, no me veo sacando tiempo para la crianza. No sé mañana. Ahora solo
quiero seguir haciendo cosas nuevas, salir, probar una comida diferente,
aprender algún otro idioma, volver a Europa, avanzar más en mi vida espiritual
y profesional, etc. Tengo muchas cosas que hacer, mucho en qué invertir mi
tiempo. En este 2022 ame más y joda menos. Besos.