Esta mañana me desperté y
simplemente me puse a pensar en las diferentes cosas que me han pasado, he
hecho y visto hacer a otros compañeros que al igual que yo han salido del país
para hacer sus estudios doctorales y/o maestrías, no sé, simplemente me llego
la inspiración combinada con las ganas de escribir, por lo general llega la
primera pero no la segunda :D
Bueno, específicamente hablare de
las cosas que suceden cuando venimos a España, en mi caso muchas de estas
estarán más orientadas a mi percepción desde Barcelona, ya que aquí es que me
ha tocado la tertulia.
Los dominicanos realmente somos
muy especiales, nos adaptamos a cualquier situación, país, idioma… en muchas
ocasiones hasta cayendo en lo ridículo, si hay una verdadera especie ser
humano-camaleón, eso somos nosotros, nos “camuflageamos en el montón”. (Ver
vídeo al final).
1.
Sorprendernos
por todo (no necesariamente puede que sea tu caso, pero si el de la
mayoría, más si es de los que en RD no salía mucho).
Nos encanta ver todos esos
edificios y durante los primeros días le tomamos foto a todo, aun sin saber de qué
se trata: a la calle, al jardín, aquella plaza y a la otra, al baño en el
aeropuerto, entre otras cosas que luego realizamos no tienen nada de importancia.
2.
Criticar
la enseñanza dominicana.
Esto pasa muchísimo, en especial
en nuestras primeras semanas de clase y al ver que los temas que nos están
dando no entendemos ni M, mandamos al diablo a los profesores que tuvimos, al
director del departamento, al decano, hasta al que hacía de conserje en nuestra
facultad… al presidente de la república, a Ligia (actual ministra de educación
superior) etc., ya que los acusamos de ser los únicos responsables de nuestra
deficiencia de saberes. Sin embargo, al final de los cuatrimestres aprobamos
como podemos las asignaturas y vemos que aun a los blanquitos de aquí (que se
supone vienen con buena enseñanza de su propio sistema) les da muuuuuucho
trabajo sacar el 5 para pasar la asignatura.
3.
Cambiar
nuestro vocabulario.
Es normal a la semana ver muchos
de nosotros hablando totalmente diferente, con diferente me refiero a que
incorporan nuevas formas de decir las cosas que son propias de España,
sustituyendo las nuestras.
Quemar una materia ahora es “suspender”, las cosas no te gustan, te “molan”, ya no dices OK, dices “vale”.
El carro se vuelve “coche”, el
boleto “billete”, la computadora “ordenador”, el “tipo”, “manín”, “montro”,
entre otros se vuelve tu “tío”, el celular “móvil”, no entiendes “no te
enteras”, cuando te despides dices “adeu”, en la noche “bona bit” y tu hot dog
ahora es un “Frankfurt”.
En vez de decir ‘no hice la tarea’
conjugas diciendo “no he hecho la tarea”. No te sorprendes, “flipas”. Las cosas
no son chulas, están “guay”. Y muchas otras expresiones más.
4.
Comparar
precios.
¿Qué esa camisita vale 30 euros?
Pero con eso me compro yo 2 o 3 allá. Y así con todo…
5.
Te
quieres quedar… ilegal.
Sí, sí, sí, a la mayoría este
pensamiento nos ha pasado por la mente en algún momento, (pero ¡benditos los
que tuvieron este pensamiento más aun así volvieron a su país!), esto es así
porque realmente agrada el lugar, la tranquilidad, no está la vecina chismosa
que mira si volviste a ponerte la misma blusa que el sábado pasado, el
transporte es excelente y organizado, comidas como los mariscos son más
asequibles.
Si actualmente estas aquí y
tienes este pensamiento o piensas ir a estudiar al exterior y luego se te
ocurre, por favor no lo hagas, recuerda que has firmado un contrato con el cual
te comprometes a volver al país por un mínimo de dos años, y aunque el MESCYT
tiene sus historias macabras en cuanto a impuntualidad de los pagos, estos
llegan seguros tarde o temprano, así que tú has tu parte y aunque nadie te esté
viendo o este controlando si has vuelto, recuerda que ser honesto, integro (no
recuerdo cuál de las dos es exactamente, ja, ja, ja) es hacer las cosas
correctas aun cuando nadie te ve, de otra manera, ¿en que te diferencias de los
políticos corruptos que críticas? Es lo mismo, solo que a ellos se les presento
la oportunidad de hacerlo lo malo y lo hicieron y tú estás haciendo lo malo con
otra cosa “más sencilla”.
Si esto no te es suficiente,
piensa que si muchos hacen lo mismo que tú podrías afectar a otros y su
oportunidad de que se les oferte una beca internacional, en todo caso ahora
mismo la situación económica española no es la más bonita, serias un mesero con
un master o una cuida yayos (abuelos) con alto nivel académico, ya que ese tipo
de trabajo es lo que personas que se han quedado aquí y que conozco están
desempeñando.
6.
Consigues
pareja dependiendo de tu sexo.
La verdad los muchachos
dominicanos tienen mucha demanda aquí, aunque también tienen su mala fama de
pica flor y sinvergüenzas, pero esos que para nosotras son raritos allá, aquí
son los “putos amos” de la “ligadera” de mujeres. Descubres que aquí hay
mujeres que al igual que muchos de ustedes solo quieren pasar el rato y hasta andan con sus propios preservativos,
bonito, ¿no?
En el caso de las mujeres todo lo contrario,
los españoles en general son muy reservados, aunque les guste la tipa lo
pensaran bastante antes de decirle algo, con esto no quiero decir que no haya
casos en que encuentres uno que otro diciéndote par de cosas (o puede que tú lo
provoques si en ti fluye la llama de chapiadora).
7.
Te
haces enemigo de las personas con las que te mudas.
Suele suceder que desde el
proceso de aplicación de becas encuentres personas con las cuales tengas
afinidad y decidas mudarte con ellos aquí en un mismo “piso”. Pues estas
historias de cuento de hadas no siempre terminan felices para siempre, es común
que luego termines odiando a tus compañeros de piso porque simplemente no se
respetan como deberían, no friegan los platos, dejan la sala regada etc.,
muchas amistades han terminado cuando las personas comienzan a convivir. En
todo caso es recomendable mudarse en grupos para optimizar gastos y a la vez
tener personas que te acompañen a viajar por Europa, si eres de las personas
que le interesa este tipo de cosas.
8.
Aprendes
a secarte el cabello tu misma.
Aquí las mujeres notamos que
somos las mejores peluqueras del mundo, el caro precio de un salón aquí nos
lleva a aprender a secarnos nosotras mismas el cabello o pedirle a una amiga
que lo haga. También los hombres practican el recortarse entre ellos.
9.
Extrañas
el calor del país.
Aunque el calor de RD es
insoportable, también lo es el invierno aquí cuando está en su buena, sin
mencionar lo desagradable que es tener que andar como una cebolla de las tantas
capas de ropa y abrigo que hay que ponerse para cuidarse.
10.
Dejas
de ser cristiano.
Lamentablemente jóvenes
cristianos cambian su forma de comportarse, dejan de ir a las iglesias e
incluso posiblemente muchos dejen de considerarse “cristianos” así mismos. Esto
me hace cuestionar: ¿realmente eran cristianos o simplemente lo aparentaban por
presión (padres, amigos, etc.)?
11.
Cambias
tu apariencia.
He visto personas que empiezan a
vestir totalmente diferentes, y créeme, esas ligas que le quedan tan bien a esa
muchacha posiblemente no te queden nada bien a ti, eso deberías de saberlo
porque cuando vas a comprar un jean que te quede perfecto por estos lados es
una labor titánica.
Hombres, todos esos colores en
las camisas y bermudas no creas que te van bien, recuerda que ciertos colores
se nos ven bien por nuestro tono de piel, y por favor: no es necesario que te
pases alisado por el cabello para que se te vea “guapo”.
Donde sea que vayas, ¡se tú mismo!
¿Me falto alguna? Comenta.
PD: tanto el vídeo como la imagen no son de mi autoría.